Entrevista para El Venezolano Miami
Por: Ramón Navarro
No es un dirigente político convencional, pero ha sobrevivido a conspiraciones bien crueles, que ni en su país natal – sobre todo su ciudad originaria, auténtica matriz de la Cosa Nostra – hubiera experimentado. Y es que Carlos Alaimo (1954, Delia, Sicilia, Italia) pudiera no sonar conocido, pudiera pasar por debajo de los reflectores, cabeza gacha sin distinciones, sin los chirridos que acompañan los sermones de la actual dirigencia política nacional que, más que unir, termina por dividir.
Ha querido Alaimo, no ganar adeptos y evitar así el proselitismo barato que ha carcomido la psique del estado febril de la cosa partidista venezolana, sino más bien, sembrar conciencia de unidad, a través de la creación de su tolda política, Partido Centro Democrático, y pulsear con el resto de la fauna, de tú a tú, sobre la impostergable necesidad de batallar en un solo frente, puesto que solo así, asegura, Maduro saldrá derrotado. Pero, amasar esa harina no ha sido fácil. “Dejar intereses grupales, particulares y partidistas, y con un solo plan estratégico”.
Llegó a Maracaibo a la edad de 5 años, en 1959, y cosa curiosa, sesenta años después, el 14 de febrero de 2019, hizo un viaje a Miami, y una semana después, cuando pensaba retornar a Venezuela, decidió no hacerlo. El régimen de Maduro, a través del Sebin, inició una campaña de degradación moral, y tres comisiones del organismo de seguridad decidieron darla cacería, pues creyeron que Alaimo había pisado suelo marabino. Fueron a tres de sus propiedades; sede del PCD, a la redacción del diario Versión Final, y a la cadena de hospitales privados La Sagrada Familia. “Tuve la suerte de no montarme en el avión”.
Para más señas, le abrieron un voluminoso expediente por incitación al odio y financiamiento al terrorismo, aunque en el 2017, Alaimo, quien estudió medicina en la Universidad del Zulia, fue presidente del Maracaibo FC y del Zulia FC, “el régimen me obligó a venderlo”, fue víctima de una persecución y tiroteo por parte de la policía regional del Zulia. “Me reventaron la camioneta a punta de tiros. Desvalijaron los dos pisos del partido. Todo eso ha sido par[1]te del costo que vengo pagando por pensar diferente”.
¿Cómo se convence usted de que debe ser un líder político?
La primera condición que debe tener un líder político es ser ético. En segundo lugar, debe tener una vocación de servicio, y ter[1]cero, sacrificar dinero por reconocimiento social, cuarto; tener un olfato y sensibilidad social que le permita visualizar los problemas de la gente y estar preparado para trabajar. Ese es un líder político. Que tenga visión de grandeza, de cambio. Un líder tiene que crear y romper paradigmas.
-En el caso suyo, ¿Cómo ayuda al prójimo?
Por eso estudié medicina.
¿En su liderazgo, se siente de bajo, mediano o alto perfil?
Esa respuesta, me gustaría que lo dijera la gente. Me siento bien con lo que estoy haciendo, con el aporte que le estoy dando a la sociedad y a la contribución en el país para lograr su transformación.
-¿Cree usted en que el régimen de Maduro sale por la vía electoral?
Ese es mi deseo. Le pido a Dios todos los días que concretemos ese deseo. Soy demócrata y creo en el voto, Soy demócrata y creo en las negociaciones. Soy demócrata y creo en el diálogo. Soy civilista, no militarista. Creo en la pluralidad y la convivencia. Aspiro a que Venezuela culmine su proyecto de salida a la crisis, por la vía del voto.
-¿Qué nos puede decir sobre la presencia de la guerrilla colombiana en territorio zuliano?
Desde hace 20 años vengo denunciando, creo y lo digo con responsabilidad y honestidad: fui el primer político en Venezuela, y el primer ciudadano en el Zulia, en denunciar la presencia de la guerrilla y los paracos en el estado Zulia. Eso ha sido posible por la conchupancia del régimen. En ese momento estaba Chávez. Hoy en día vemos que, en muchos municipios del sur del Lago, gobierna la guerrilla. Nuestras Fuerza Armada Venezolana da lástima, porque no han enfrentado la defensa de nuestra soberanía. No han honrado el legado de Bolívar.
-Desde el exilio es duro dar la batalla ¿Qué piensa hacer para que el Partido Centro Democrático tenga protagonismo el 21 de noviembre?
Lo que hago todos los días. Desde la mañana hasta la noche; escribir, cursos de formación, inyectándole insumos a nuestra juventud, levantar la fe, despertar la esperanza de que de esto vamos a salir. Lo hago todos los días. Prefiero estar en el exilio, que preso. A un preso hay que ayudarlo, en cambio, desde aquí yo puedo ayudar a pensar, y a seguir construyendo el partido que nació como un movimiento de pasión por Maracaibo. Hoy estamos en 18 estados a nivel nacional.
-Su partido apoya al Movimiento Venezolano por el Revocatorio ¿Cómo es eso de revocar a un usurpador, o no ven a Maduro como tal?
-Me agrada esta pregunta. Ha habido interpretaciones erradas sobre este concepto. Nosotros reconocemos a Maduro como usurpador, y la respuesta al usurpador nos las da el artículo 72 de la Constitución Nacional. Estamos revocando a un usurpador. El realismo político tenemos que entender[1]lo y aceptarlo. Quien tiene la chequera es Maduro, quien da órdenes y recibe gente en Miraflores, es Maduro. Es una realidad, así como el rechazo de 90% de los venezolanos, por su mala gestión. A los incrédulos les hago una pregunta; a ti te invaden tu casa. ¿Qué vas hacer? Nuestra casa es Miraflores. Tengo que decirle al invasor que tiene que irse y hay dos vías; la violencia o voy al juez. ¿Acaso que si voy a un juez estoy aceptando que la casa es de él? Tengo que aceptar los recursos que me da la Constitución. No tengo armas, ni ejército. Tengo civiles. Votos.
-María Corina Machado insiste en que la tiranía no sale por métodos convencionales.
Sí sale con votos. Pinochet salió con un plebiscito, y hay otros casos. Sí sabemos, y es allí donde estoy de acuerdo con María Corina, que tiene que haber mucha presión interna, y seguir con la presión externa para obligar al régimen a negociar en mejores condiciones.
-¿Por qué es tan difícil la unidad política opositora?
No tenemos líderes. No tenemos un esta[1]dista, dirigentes que no están a la altura de una Nación en mengua, con una crisis de ciudadanía que tiene una vida indigna. Le ha faltado estatura a quienes piensan dirigir a la oposición venezolana. Hay que reeditar un Pacto de Puntofijo. Mientras tengamos caudillos, mesías, y el populismo vigente, será cuesta arriba que nos pongamos de acuerdo.
-¿Cómo se imagina usted un nuevo Pacto de Puntofijo? ¿Con cuáles partidos?
Con todos los factores que aman la libertad y los derechos humanos, que abrazan la democracia. Los tres frentes que hay: los radicales, como Antonio Ledezma y María Corina Machado. El sector de centro, Guaidó y el Movimiento de Salvación Nacional, y el sector de la Alianza Democrática. Tienen que tener puentes de comunicación. Debe haber un plan de rescate nacional. Alguien tiene que hacerlo. Dejar intereses grupales, particulares y partidistas, y con un solo plan estratégico. El día que tengamos un solo plan, cualquiera, con una unidad monolítica, hasta allí llegó Maduro y su régimen.
-¿Qué tipo relación mantienen con el presidente interino Juan Guaidó?
Excelentes relaciones. Pero, el Centro Democrático es un partido con identidad y perfil propio. No le estamos entregando un cheque en blanco al Presidente Juan Guaidó. Somos críticos. Venimos diciendo lo del revocatorio. Le pedimos un complemento salarial en dólares a los ancianos, al sector salud, educativo. Vigilancia del presupuesto que se ha manejado, la transparencia y eso se mide con informes. Aspiramos que Guaidó se convierta en un líder para el revocatorio. El revocatorio une al país, hasta el Psuv está obstinada de esta crisis. Maduro muere el día del revocatorio y en 30 días después, tendremos un nuevo presidente.
-Usted es médico y empresario. ¿Cómo percibe el sistema de salud y la clase empresarial que va quedando?
El Zulia tenía un buen sistema de salud, y en los últimos 20 años se vino al subsuelo. Maracaibo fue capital científica a de Latinoamérica, la primera ciudad donde se hicieron trasplantes renales, de hígado. Nuestros hospitales funcionaban. La juventud de hoy no sabe que el Seguro Social hasta el año 1998, daba medicina a los pacientes, y le pagaba los exámenes de diagnósticos en clínicas privadas cuando el sector público no lo cubría. Venezuela fue así, Eso debe saberlo la juventud de hoy. En la parte empresarial, ahí están los indicadores. La capacidad de empleo se ha perdido en más de 80% y producción en 90%. Maracaibo llegó a tener 60 mil trabajadores en la zona industrial, y hoy no llega a 3 mil.
A través de secretario general del PCD, Gustavo Azócar, introdujeron, recientemente, ante el CNE, un Reglamento Especial de Garantías Electorales, entre otras razones, para evitar los ventajismos del Poder Ejecutivo ¿Qué expectativas tienes sobre este reglamento?
Tuvimos una reunión con el presidente Guaidó y este nos dijo que estaban esperando hacer un Reglamento para proteger al electorado. Nosotros en el Centro Democrático tenemos un equipo en materia electoral, muy bueno, liderado por Sergio Urdaneta. Elaboramos un reglamento y fue llevado por Gustavo Azócar al CNE y al Presidente Guaidó. Tenemos fe y esperanzas de que ese reglamento sirva de base para que haya las modificaciones necesarias para crear confianza en el voto.